El proyecto llevado adelante por estos jóvenes investigadores está enfocado en el estudio de los contaminantes emergentes en la localidad de Tafí Viejo. Específicamente este análisis está centrado en la contaminación del agua provocada por fármacos.
A pesar de que los contaminantes emergentes no son necesariamente nuevos se desconoce de ellos las consecuencias acarreadas de su presencia en el medio ambiente. Debido a esta situación, estos contaminantes aún no son tenidos en cuenta en la mayoría de las reglamentaciones ambientales por lo que no existen actualmente límites establecidos y normativas para su disposición final.
“La contaminación de los cuerpos de agua provocada por los fármacos es alarmante. Llegan a estos espacios porque no son totalmente metabolizados por los organismos y, además, se desechan en conjunto con residuos sólidos domiciliarios”, explicó la Dra. Prado -Directora de esta investigación-.
El desarrollo de nuevas tecnologías para combatir este tipo de contaminación es incipiente. En ese sentido, resulta primordial encontrar alternativas ecológicas que permitan mitigar su impacto y proteger los recursos hídricos cada vez más limitados. Así es como estos investigadores, comprometidos con la causa, se centran en la fitorremediación entendiéndola como un buen paliativo a la situación actual. Sus estudios se basan en la aplicación de humedales con plantas macrófitas flotantes o palustres como una alternativa natural, ecológica, de bajo costo y estéticas en el paisaje. Sin embargo, todo el equipo de trabajo no deja de remarcar que la principal estrategia para evitar el incremento de dichos contaminantes, consiste en evitar que estos lleguen a los cuerpos de agua, ya sea por lixiviado de depósitos de residuos sólidos urbano o por vertido directo a las cloacas, impulsando programas de separación de residuos farmacológicos para su posterior inactivación o tratamiento.
Sobre el proyecto galardonado
“Para la realización de este proyecto se eligió trabajar en el Municipio Tafí Viejo por ser un pionero en la provincia en el cuidado del Medio Ambiente, en la separación diferencial de residuos y en la educación ambiental, 3 pilares importantísimos en los que podría sostenerse un proyecto de este tipo”, relató la Dra. Carolina Prado.
Esta investigación incluye el muestreo de efluentes y cuerpos de agua de la región a fin de evaluar el contenido de contaminantes de origen farmacológico, para obtener información del nivel de contaminantes emergentes y la gravedad del problema en la región de estudio.
“También –agregó la especialista en Ciencias Biológicas- se evaluará la capacidad de remoción y los efectos provocados por la exposición a fármacos en macrófitas acuáticas con potencial uso en fitorremediación”.
El proyecto, además, incluye una elaborada propuesta de extensión basada en programas de capacitación a la sociedad y acciones concretas para el tratamiento de estos residuos. “Incluimos un plan de separación de compuestos de origen farmacológico de los residuos sólidos urbanos comunes para un posible tratamiento futuro e implementar capacitaciones sobre uso racional de medicamentos, conservación y disposición final de los mismos”, explicó la Dra. Prado.
Actualmente, debido a las limitaciones impuestas por la pandemia, el proyecto se está enfocando en el estudio sobre los efectos de la presencia de distintas concentraciones del ibuprofeno en el medio de cultivo de macrófitas, observándose alteraciones en el crecimiento y en la fisiología de dichas plantas. Esto demuestra la importancia de estos contaminantes de los cuerpos de agua y como su presencia podría alterar la biota existente.