Su custodia fue otorgada a la REHM, en el marco del Proyecto Tapir, y como único lugar con personal capacitado e infraestructura adecuada para su rehabilitación,.con el deseo de liberarla para dar inicio a las primeras acciones para restaurar las poblaciones más australes de los tapires de las yungas.
A principios de noviembre de 2022, Suyana fue liberada luego de Samy. En abril de 2023, un cazador furtivo decidió asesinarla.
Los buenos y los malos vs. lo legal y lo ilegal
Independientemente del debate moral que trajo la matanza de la tapir, existe una realidad jurídica y legal sobre el hecho. Matar cualquier animal silvestre es ilegal, salvo en aquellos casos en los que la ley lo habilita.
Según la ley provincial N° 6292 se prohíbe la matanza, hostigamiento, persecución, búsqueda, acoso y apresamiento de la fauna silvestre. En su artículo 63, también establece adoptar las medidas de emergencia necesarias a fin de asegurar la repoblación y perpetuación de especies en peligro de extinción o retroceso numérico. Sumado a esto, nuestra provincia cuenta con más de 15 áreas protegidas de diferente jurisdicción. Entre ellas se incluye a la REHM, institución pública, y única gestionada por una facultad de Ciencias Naturales, que cuenta con infraestructura y personal profesional capacitado en diferentes disciplinas, siendo también uno de los pocos centros de rescate y rehabilitación de fauna silvestre en el NOA. Como parte de sus objetivos institucionales, la REHM se ha planteado la reintroducción del tapir, proyecto del que participan la UNT y la provincia y al que adhieren numerosas instituciones de todo el país. Finalmente, es importante destacar que el proyecto tapir fue declarado de interés por la legislatura de Tucumán, mediante decreto N°88-HL-2022, y declarado especie de interés y protegida, mediante ordenanza, por el municipio de Yerba Buena.
Sobre el rewilding
Este hecho aberrante, la matanza de Suyana, expone y trae a discusión muchos aspectos del rewilding o reasilvestramiento, del proyecto tapir y de la sociedad tucumana. Se ha puesto en discusión que el rewilding es una técnica inadecuada para la restauración de los ecosistemas, que el proyecto tapir está poco planificado, o que la sociedad tucumana no está preparada para llevar adelante la reintroducción de una especie tan emblemática. Lo cierto es que, ante un escenario global de extinción masiva de especies y pérdida y degradación de los ecosistemas, queda claro que el camino “tradicional” de la conservación no ha dado los resultados esperados. Frente a este panorama, el rewilding surge como una novedad de restauración activa, que busca intervenir los ecosistemas a fin de recuperar (al menos en parte) su complejidad estructural y funcional. Existen muchos ejemplos de proyectos de reintroducción y restauración exitosos alrededor del mundo, y nuestro país, en particular, ha demostrado que esta técnica puede resultar eficiente. Sin embargo, es importante destacar que los proyectos de reintroducción incluyen un eje fundamental de trabajo en cuanto a la divulgación, educación ambiental e inclusión de las comunidades asociadas, lo que puede ser un factor crucial para el éxito o fracaso del proyecto. Lamentablemente, muchos proyectos han fallado debido a la falta de desarrollo o atención en estos aspectos. El proyecto tapir no es el caso, desde sus inicios (hace más de 20 años) trabaja fuertemente en estos aspectos, en su historial cuenta con innumerables charlas, talleres en diferentes instituciones, intervenciones en la vía pública y divulgación a través de diferentes canales de comunicación, los cuales se han maximizado durante los últimos años.
¿Estamos preparados para este tipo de proyectos?
Ante la masiva repercusión que tuvo el crimen contra Suyana, podemos decir que la respuesta que surge es un rotundo “si” fundamentado, en principio, por el apoyo y las muestras de solidaridad que ha recibido el proyecto, tanto de particulares como de instituciones relacionadas con la conservación. Estos hechos, demuestran que gran parte de la sociedad tucumana se siente identificada con el proyecto y por lo tanto, gravemente injuriada por la pérdida de Suyana. Sumado a esto, esta misma sociedad ha demostrado mediante leyes y la creación de las áreas protegidas antes mencionadas, estar dispuesta para afrontar un proyecto como este y otros que también se gestan en nuestra reserva, como el proyecto tucán y rana marsupial de la banderita.
Perspectivas del proyecto a futuro
La pérdida irreparable de Suyana golpea fuertemente al proyecto, no sólo porque este ejemplar constituye una pieza fundacional de la restauración de la población más austral de tapires de las yungas, sino porque al tratarse de una hembra, en una población muy pequeña, se afecta significativamente la tasa de crecimiento de esa población. Dicho esto, el proyecto no pierde de vista su objetivo y continúa en marcha, sostenido por una base sólida en cuanto a su planificación, infraestructura, personal capacitado, recursos humanos, un plantel de tapires manejados en semilibertad por la REHM e importantes convenios institucionales con centros de rescate para recibir animales que deban rehabilitarse y reinsertarse en la naturaleza. Para ello se han realizado acuerdos de cooperación con el Ecoparque de la ciudad de Buenos Aires, el parque de la biodiversidad de Córdoba y la Estación Guaycolec de la provincia de Formosa y otros están gestándose. Tenemos la tarea de demostrar la resiliencia de este proyecto, trabajando fuertemente en todos los aspectos que creamos que deben mejorarse, para lograr el objetivo ambicioso de regresar al tapir a Tucumán, porque hoy han matado a Suyana, pero la esperanza no se extingue.