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  • 31 Julio, 2019
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Valor del ambiente

Las cosas que provee la naturaleza han sido útiles a lo largo de la historia de la existencia del hombre así como las que el hombre puede fabricar y ofrecer. Si esas cosas materiales e inmateriales que, desde lo económico se llaman bienes y servicios, han sido utilizadas y son necesarias para la vida, es que tienen una importancia para los seres humanos y, por lo tanto, tienen un determinado valor.

Ahora bien, nosotros podemos decir cotidianamente en nuestras conversaciones con amigos o familiares que, si es que tienen un valor, pensar inmediatamente que tienen un precio. Pero, ¿es lo mismo valor que precio?. La respuesta es no. Ya Antonio Machado sostenía que “es un necio quien confunde valor y precio”. Veamos el fundamento de ese planteo. Al colocarle un precio (expresado en unidades monetarias) al valor de los bienes y servicios económicos es porque hay un mercado, es decir, que hay una oferta y una demanda que en un sistema de mercado de bienes y servicios permite fijar un precio donde se intersectan las curvas de oferta y demanda de un bien determinado. Ese precio que se fija entre la oferta y la demanda es el precio de mercado (Parkin 2014). Esto sucede con cualquier bien o servicio, que ha sido elaborado mediante un proceso de producción y que consumimos a diario (pan, tomates, ropa, servicios de educación, seguridad, transporte, peluquería, etc) y tienen un mercado. Por lo tanto existe quién lo demanda y quién lo ofrece, y al haber un proceso productivo al momento de ofrecer ese bien o servicio a un precio determinado se tienen en cuenta los costos de producción.

Hasta aquí hemos visto que los bienes y servicios que son producidos por el hombre tienen valor y también tienen un precio que no necesariamente significan lo mismo ni que tampoco tengan que ser coincidentes.

Pero por otro lado están los bienes y servicios que no son fabricados por nadie en particular y por lo cuales no hay oferentes identificables, por ejemplo, bienes como pastos naturales, agua de un curso de un río, peces, miel, leña, frutos silvestres, etc. Del mismo modo están los servicios que no son ofrecidos por nadie ni por ningún mecanismo de producción como pueden ser el aire puro, oxígeno, belleza paisajística, captura de carbono, absorción de residuos por parte del suelo, etc, etc,. Ante esta situación no se identifican oferentes, sin embargo los demandantes somos muchos. Estos bienes y servicios que provienen de la naturaleza misma, y por su propio funcionamiento, son los denominados servicios ambientales o también conocidos como servicios ecosistémicos. En literatura reciente referida a servicios ecosistémicos (MEA, 2005) se enfoca este aspecto de una manera más formal sosteniendo que los servicios ecosistémicos son todos aquellos beneficios que los ecosistemas les brindan a las personas, incluyendo servicios de aprovisionamiento, tales como alimento y agua; servicios de regulación, tales como flujo y control de disturbios; servicios culturales como pueden ser los recreacionales, espirituales y beneficios culturales; y servicios de soporte tales como el ciclo de nutrientes, que mantienen las condiciones de vida sobre la tierra.

En un estudio que fue publicado por Costanza et al (1997) le asignaron un valor de 33 trillones de dólares por año a los bienes y servicios ambientales del planeta así como al capital natural. En otras oportunidades el mismo autor volvió publicar su estudio con valores más actualizados encontrando que a medida que pasa el tiempo los bienes y servicios incrementan su valor expresado en unidades monetarias. A partir de este estudio se comenzaron a aplicar más intensamente diversos métodos de valoración ambiental. Entre los más conocidos está el Método de Valoración Contingente, el Método de Precios Hedónicos, Método del Costo del Viaje, Método basados en costos o en la producción, y el Método de valoración ambiental basado en el PBI (Sarmiento, 2012). La aplicación de estos métodos que permiten asignar un valor expresado en unidades monetarias a los bienes y servicios ecosistémicos o ambientales no significa que se les asigne un precio ya que no están a la venta. El poder obtener el valor de los bienes y servicios ambientales permite conocer el grado de importancia que los mismos tienen para la sociedad. Un espacio verde en una ciudad tiene un alto valor (en lo estético, recreativo, ambiental) que no necesariamente es el precio. Es decir que podemos asignarle un valor económico expresado en unidades monetarias a los bienes y servicios ambientales. Estos valores (que no son precios) sirven para los actores políticos que son quienes generalmente toman decisiones políticas de conservar o no los recursos puedan hacerlo en función de la importancia que la sociedad le otorga. En la actualidad ese enfoque de la valoración del ambiente se ha ampliado incorporando otros aspectos en su análisis. Rincón Ruiz et al (2019) y Yuno (2019) enfocan a la valoración del ambiente desde una visión mucho más completa y más actual denominándola valoración integral de la naturaleza.

Miguel Sarmiento

Referencias
- Costanza, R., R. d’Arge, R. de Groot, S. Farber y M. Grasso, 1997. The value of the world’s ecosystem services and natural capital. Nature 387:253-260.
- MEA. 2005. Millennium Ecosystem Assessment. Ecosystems and Human Well-being: Synthesis. Island Press, Washington, DC.
- Alexander Rincón-Ruiz, Paola Arias-Arévalo, Juan Manuel Núñez Hernández, Helena Cotler, Mateo Aguado Caso, Paula Meli, Alejandra Tauro, Víctor Daniel Ávila Akerberg, V. Sophie Avila-Foucat, Johanna Paola Cardenas, Luis Alfonso Castillo Hernández, Luis Guillermo Castro, Victor Alfonso Cerón Hernández, Andrea Contreras Araque, Jimena Deschamps-Lomeli, J. Mauricio Galeana-Pizaña, Keila Guillén Oñate, José Antonio Hernández Aguilar, Aldo Daniel Jimenez, Luis Ángel López Mathamba, Lizbeth Márquez Pérez, Mary Luz Moreno Díaz, Wilmer Marín Marín, Vivian Ochoa, Miguel Ángel Sarmiento, Alejandra Tauro, Julián Díaz Timote, Luisa Lorena Tique Cardozo, Angélica Trujillo Acosta, Talía Waldron. 2019 Applying integrated valuation of ecosystem services in Latin America: Insights from 21 case studies Ecosystem Services 36 (2019) 100901. DOI 10.1016/j.ecoser.2019.100901
- Parkin, M. 2014. Economía. Decimoprimera edición. Pearson Educación, México
- Sarmiento, M. 2012. Desarrollo de un nuevo método de valoración ambiental. Editorial Académica Española. LAP Lambert Academic Publishing. GMBH & Co. KG. Saarbruken Germany.
- Yuno, D. 2019 Valuing aesthetic benefits of cultural ecosystem services using conservation culturomics. Ecosystem Services 36 (2019) 100894