Ahora bien, esta modificación o alteración que se introduce y que para la RAE debe implicar una “novedad”; no parecería ser condición necesaria cuando se piensa en innovación en contextos educativos según los planteos de Axel Rivas.
Esta disquisición, para quienes trabajamos en el CIE, no resulta menor; ya que identificándonos con los planteos del autor proponemos poner el foco en la modificación y en el cambio y no en lo novedoso de dicho cambio. En otros términos, nos preocupa y ocupa pensar alternativas ante las limitaciones que se van reconociendo más que buscar la novedad en las alternativas propuestas. En este sentido, la innovación se entiende como un medio, como un camino para diseñar acciones alternativas y no como un fin en sí misma. No se promueve la novedad por la novedad en sí; sino en tanto ese modo de hacer diferente -que en algunos casos puede resultar novedoso-, tiene su sentido de ser por cuanto se considera puede resolver un problema o enriquece aquellos modos de hacer ya instalados.
¿Cuándo es necesario innovar?, ¿Para qué hacerlo?
Cuando pensamos en innovación en contextos educativos, el objetivo último debería ser el de generar las condiciones necesarias para que los alumnos -destinatarios de nuestras acciones- puedan aprender más y mejor, promoviendo en ellos capacidades que le permitan transformar su destino. ¿Cuándo sería necesario innovar? Cuando identificamos que ese objetivo no se está cumpliendo en alguna de las múltiples dimensiones que constituye el fenómeno educativo; a nivel pedagógico-didáctico, a nivel administrativo, a nivel de gestión institucional, en lo referido a reglamentaciones o en el marco del sistema educativo como tal.
Instalar una cultura de la innovación, puede presentar ciertas situaciones dilemáticas. En tal sentido, Rivas (2017) reconoce al menos cinco amenazas que deberían considerarse para que la innovación en educación no se convierta en un búmeran.
El primer dilema es el de asumir la innovación desde una posición expulsiva, descalificando todo aquello que ya se viene haciendo y promoviendo la innovación constante. El segundo de los dilemas es que la innovación requiere de tiempo, de recursos y de capacidades; y que tales exigencias pueden generar o aumentar las brechas entre quienes cuentan con estas posibilidades y quienes no, lo cual en vez de asegurar un mínimo de justicia social educativa, puede llevar a aumentar las desigualdades.
En tercer dilema que se presenta en la innovación educativa es el de introducir cambios dentro de un sistema que sostiene un orden y que se encuentra regulado y burocratizado; paradójicamente a veces la innovación consiste en encontrar los nichos que permitan “hacer de un modo diferente”, dentro de ese entramado de reglas. Un cuarto dilema que menciona el autor es que la innovación distraiga la mejora; es decir que se priorice la introducción de novedades, se imiten acciones llevadas a cabo por otros, pero que no otorgan una ventaja diferencial en nuestros propios contextos.
El quinto de los dilemas se encuentra asociado a la innovación irrealizable; es decir, proponer acciones de innovación en contextos desbordados por otro tipo de urgencias.
Con este primer planteo, dejamos abiertas las puertas para pensar en innovación educativa y los invitamos a seguir el tema en el próximo boletín de Posgrado…
Referencias Bibliográficas
Rivas, A. (2017) Cambio e innovación educativa. Las cuestiones cruciales. Documento básico del XII Foro latinoamericano de Educación. Fundación Santillana. Consultado el 18/08/2017 en http://www.fundacionsantillana.com/PDFs/XII%20Foro%20Documento%20Basico%20digital.pdf
Lic. Eugenia Enrico y Lic. María Luisa Bossolasco
