La elección del montañismo y la escalada es una forma de vida, más allá de un deporte. Realizo a menudo expediciones de media y alta montaña, salidas diarias y de muchos días, dependiendo el objetivo. También practico escalada en roca, principalmente deportiva, comenzando de a poco en la escalada tradicional, habiendo escalado en varias provincias del país. En un futuro pretendo incursionar también en la escalada en hielo.
La vinculación con mi profesión es constante, tener el privilegio de poder conocer lugares poco visitados y lograr interpretar el paisaje desde un punto de vista geológico es un privilegio. Además, me permite ampliar los conocimientos geológicos de campo de nuestro territorio nacional. Sería un sueño en algún momento poder vincular mi profesión con esta actividad, organizando y concretando alguna campaña en alta montaña o en ambientes de exigencia técnica y condiciones extremas, en donde mi formación como montañista sirva para resolver situaciones cotidianas y ayude a los fines científicos.
No podría establecer de manera clara un límite entre mi profesión y la práctica del montañismo, siento un complemento y un intercambio permanente entre ambos. El montañismo me permite llegar a entornos naturales muchas veces inhóspitos, salvajes y hostiles, y mi profesión me permite entender la gran mayoría de los procesos que sucedieron y están sucediendo en el paisaje que estoy observando, conformando así, un fuerte vínculo personal con las montañas y paredes que visito.