Investigar en cuarentena

  • 30 Abril, 2020
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Investigar en cuarentena

cecilia

Mi nombre es Cecilia. Soy egresada del Lillo y actualmente estoy haciendo mi tesis doctoral en INBIOFAL-CONICET. Mi trabajo de investigación consiste en buscar en hongos entomopatógenos sustancias capaces de intervenir químicamente en las comunicaciones bacterianas como estrategia de competencia por un mismo recurso, y explorar el potencial terapéutico de esas sustancias en la salud humana.

El pedido de escribir estas líneas fue una muy linda invitación a la reflexión. Me encargaron que describa como es “investigar en cuarentena” y, a decir verdad, nada de lo que pueda contar de mi situación personal sería un reflejo de lo que implica para cada investigador/a hoy hacer el trabajo desde casa. Por eso quiero hablar de algo más general.

Es claro que la pandemia que estamos atravesando reprime el trabajo de campo, el laboratorio y demás actividades de investigación que dependen de cierto instrumental. Pero también es real que gran parte de nuestro trabajo consiste en estar horas y horas frente a una computadora: leyendo, analizando, escribiendo, etc. Básicamente de esto se trata el trabajo una vez que los resultados de los experimentos están en las manos, y quizás es la parte más significativa de la investigación.

Nuestra cabeza trabaja con mucha información dando vueltas, mezclada. Por eso es importante lograr concentración y porque no, inspiración en lo que estamos haciendo, para que las ideas se ordenen, para que el razonamiento sea lo más claro posible. Ahí es donde aparecen los malabares y técnicas que cada quien acuñó para seguir trabajando en plena pandemia.

Mientras que para algunos la organización pasa por elegir si hoy voy a trabajar en el escritorio o en la cama, con o sin música, o elegir entre mate o café, para otros significó encontrar en casa todos sus trabajos juntos (de mamá o papá, coordinador/a o co-coordinador/a de un hogar, cuidado de familiares, etc.) además de juntarse con su/s otra/s personalidad/es. Son quienes tienen muchos más obstáculos en el terreno. Se comienzan a percibir los efectos de la ansiedad. Conjugar el espacio, las ganas, el tiempo, se vuelven una tarea colosal. Hay quienes descubrieron su casa como un lugar muy agradable para trabajar y están siendo más productivos que nunca. Pero así también quienes encontraron ahí el clima de hostilidad perfecto para no poder hacerlo.

No es una situación normal, enfrentamos una crisis sanitaria que nos arrebató el pádel de los miércoles y la cerveza de los jueves (completar sobre la línea de puntos según corresponda), que van a repercutir en nuestras vidas, y por supuesto, en nuestro trabajo. Deberíamos poder entenderlo y actuar en consecuencia.

Por último, hago extensiva la invitación a la reflexión: podríamos pensar si queremos volver a la “normalidad”, a la que conocíamos antes de la pandemia o considerar si hay aspectos o comportamientos que podríamos cambiar para “investigar mejor”.

No quiero dejar de compartir una nota muy interesante que leí sobre “la productividad científica en tiempos de COVID-19”, para seguir investigando en cuarentena y no morir en el intento.

https://www.chronicle.com/article/Why-You-Should-Ignore-All-That/248366/