ENTREVISTA

  • 30 Julio, 2020
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ENTREVISTA A LA DRA. Roxana Enrico, Directora del CIE


1) ¿Nos podrías contar qué es el CIE y cuáles son sus principales objetivos?


El CIE es un Centro de Innovación Educativa, trabajamos básicamente con el uso de tecnología aplicado a Educación con un fundamento pedagógico “situado”. Desarrollamos acciones en áreas de formación, asesoría, desarrollo e investigación.

En el área de formación se trabaja con el diseño de trayectos formativos que incluyen instancias de virtualización desde el ingreso al nivel superior hasta el posgrado. Tenemos en cuenta estándares de internacionalización y de acreditación de CONEAU así como de indicadores de calidad educativa, para la mejora continua de los procesos en lo referido a Educación a Distancia. También gestionamos redes de colaboración con docentes, profesionales e investigadores de otras universidades del país y del exterior y coordinamos, diseñamos y participamos en el Curso de Ingreso a la Facultad.

Capacitamos y asesoramos constantemente a los docentes en la revisión del proceso de enseñanza promoviendo que se enriquezcan con recursos tecnológicos y prácticas innovadoras, en el marco de los aportes de la neuropsicoeducación.

Otro de nuestros objetivos tiene que ver con el desarrollo y diseño de material educativo digital, tanto en la producción de materiales como en el acompañamiento a los docentes en la creación de sus propios recursos. En ese sentido, estamos trabajando en el diseño de un protocolo para la creación de materiales. Entre los trabajos realizados hemos generado los planos de la Facultad, una propuesta de unificación de reglamentos de cursado y también hemos creado un canal de Youtube con videos tutoriales para resolver múltiples inquietudes sobre el uso de diferentes herramientas.

En el área de Investigación, conformamos el Observatorio de Trayectorias Académicas en coordinación con el gabinete de pedagogía y enseñanza a través del cual se investigan factores personales y contextuales que inciden en las trayectorias académicas de los estudiantes con el propósito de promover la permanencia estudiantil en el nivel superior.

2) ¿Cómo vieron uds. desde el CIE esta nueva realidad a las que se vieron enfrentadas las instituciones universitarias, en cuanto a virtualizar de manera rápida y no planificada las actividades académicas?


El nuevo paradigma de la humanidad es la incertidumbre, los cambios en todos los aspectos se vuelven cada vez más vertiginosos, esta pandemia es un ejemplo claro de una realidad inesperada que pone en evidencia faltas y falencias, y por otro lado plantea desafíos, en ambos casos de una forma drástica. Desde el CIE, vemos clara la necesidad de la virtualidad, más allá del uso de las herramientas, como una posibilidad de comunicación y de educación más cercana al contexto y a las necesidades de formación que requiere esta sociedad en cambio permanente. La virtualidad implica una posibilidad de compartir saberes, de concretar consensos y de co-crear entre áreas de conocimiento diferente con todas las posibilidades que implica esa sinergia en el marco de la complejidad. En estas acciones radica la diferencia con la virtualidad rápida que se tuvo que asumir en este tiempo, y en ese sentido, sería preocupante que se instalen ciertas prácticas que solo replican aquellos modos de hacer en la presencialidad que no siempre resultan los más apropiados, donde el docente sigue asumiendo el rol de divulgador de contenido emulando las clases magistrales de la presencialidad… solo que ahora, mediado por pantallas.

3) El CIE fue, sin lugar a dudas, un espacio fundamental de formación y acompañamiento a los docentes en esta primera mitad del año, tanto a nivel de grado como del posgrado. ¿Cómo vivieron esta situación? ¿Cuáles fueron los mayores desafíos a los que se enfrentaron?


Con muchas horas de trabajo (jajaja). La verdad fue llamativa la convocatoria y resulta placentero compartir con nuestros “alumnos – colegas”, en realidad ocurre una retroalimentación permanente que nos lleva a un aprendizaje constante personal y como equipo. Los mayores desafíos aún siguen existiendo, y tienen que ver con enfrentar algunas barreras propias de nuestra formación y experiencia docente, como los miedos a la “pérdida de autoridad en el aula”, la inercia de resolver prácticas de la forma conocida, el no querer dejar la zona de confort para enfrentar aprendizajes nuevos, el descrédito a la modalidad a distancia que está instalado en las voces de pasillo y tienen su arraigo en el desconocimiento. Justamente, trabajamos fuerte en la capacitación docente pero entendiéndola como una instancia de reflexión, de compartir saberes, de socializar experiencias y no desde un saber erudito o acabado.

4) Desde su mirada, esta nueva realidad de “virtualización de la actividad educativa”, el uso masivo de las videoconferencias, las diferentes estrategias para evaluar a distancia, son cosas que llegaron para quedarse o crees que una vez superada esta contingencia del Covid-19, los docentes y las instituciones volverán a la “normalidad”


Realmente, creo que esta pandemia modificó la realidad y desde ese punto de vista… no volveremos a ser los mismos. Sin embargo, y a pesar de ser optimista por naturaleza, no me atrevo a realizar ninguna afirmación. Hay que continuar “haciendo”, la acción es lo que va a permitir resultados sobre los cuales realizar replanteos y modificaciones necesarias. Justamente, un punto fundamental en tu pregunta es la evaluación, tenemos entre manos una oportunidad de revisar cómo y para qué evaluamos, replantear objetivos, modificar prácticas…. más allá de mirar sólo las características técnicas del instrumento empleado.

5) ¿Cuál fue la mayor dificultad educativa en este semestre atípico de cuarentena. ¿la falta de recursos tecnológicos de parte de docentes, alumnos e instituciones, o la falta de formación en el uso de las herramientas tecnológicas de parte de los alumnos, docentes o instituciones?


Es innegable que faltan recursos y obviamente no estábamos preparados, también es innegable que, como comunidad, pudimos estar en mejores condiciones…. tal vez éste tópico quede en análisis de quienes tuvieron y tienen la participación más directa en esos logros. Lo claro es que, las circunstancias que tenemos representan un punto de partida, y es ahí donde cobra relevancia qué hacemos desde o con esas circunstancias, es entonces que resulta fundamental la capacitación de todos los participantes del proceso enseñanza – aprendizaje. Cuando hablamos de protagonistas, la mirada está fuertemente puesta en el docente por razones lógicas, un docente capacitado implica “cientos” de alumnos capacitados. Lo interesante es que, más allá de esta figura, se comienza a visibilizar la idea de “comunidad educativa”, que involucra a no docentes, familias, centros de estudiante como representantes de alumnos y de la institución, y no cabe duda de que el estamento de gestión tiene un protagonismo clave en gestionar estas dificultades percibidas. También desde esta perspectiva, sería interesante restaurar la figura social del docente y su importancia, y no recargar únicamente en ese rol las falencias del sistema.

6) ¿Cuáles fueron los principales errores que observaron desde el CIE que se cometieron en este proceso de virtualización “express” que hubo que realizar en las distintas facultades, pensando en la idea de poder corregirlos para las materias que se inician ahora en el segundo cuatrimestre.


No sé si considerarlos errores porque la situación nos tomó por sorpresa, creo que son necesarias las directivas para el funcionamiento institucional en todas las áreas. Para la generación de las mismas se requiere establecer prioridades, consultar a expertos, destinar recursos y generar canales de comunicación permanentes. Seguramente, este cuatrismestre comience desde otra experiencia.

7) Sin dudas las instancias de “evaluación”, sean parciales o finales, fue uno de los temas más conflictivos entre los docentes y las instituciones. Es más, aún al día de la fecha hay cátedras que están esperando volver a la presencialidad para evaluar. ¿Qué opinión tiene al respecto? ¿Habría que seguir esperando o deberían las cátedras, buscar alguna estrategia de evaluación?


La evaluación es una etapa compleja que tiene correspondencia con los objetivos pedagógicos planteados, y por lo tanto, su calidad dependerá del grado de pertinencia al objeto evaluado, a los sujetos intervinientes y a la situación en que se ubiquen, y no directamente al instrumento o modalidad seleccionada. El inconveniente en este punto, se manifiesta en la acreditación de saberes en esta situación nueva, con docentes no suficientemente preparados en la modalidad y con instituciones sin experiencias en estos aspectos. Esta instancia es parte importante de la acción docente y sin duda este tema abre un campo de reflexión y posibilidad de mejora en procesos de aprendizajes como pocos otros. En el contexto de situación actual, estimo importante buscar estrategias de evaluación que, además de significar la posibilidad de tomar conciencia por parte de estudiantes (y docentes) de lo aprendido o no, permitan cerrar procesos o etapas que de prolongarse podrían contribuir a dificultar procesos administrativos así como las trayectorias educativas de los mismos estudiantes. También podría ser propicio el contacto entre colegas y realizar la tan mentada articulación para completar procesos formativos y evaluaciones más complejas de nuestras propias acciones docentes.

8) En los próximos días está por dictarse una nueva edición del curso “Como enseñar en la Virtualidad”. Nos podría contar qué verán los docentes en este curso?


En esta capacitación, buscamos generar un espacio para que los docentes puedan acercarse a la virtualidad, generando propuestas de enseñanza-aprendizaje en entornos virtuales en el actual escenario educativo. También se busca que los docentes conozcan herramientas presentes en el entorno del aula virtual de Moodle, como software para la creación de cursos on line, como otras, más allá de Moodle, para poder poner en práctica y concretar objetivos pedagógicos propuestos.

Por otro lado, con este curso proponemos generar esa “red” entre colegas para comunicarnos, revisar, compartir, apoyarnos en nuestras prácticas y flexibilizar cambios de estrategias para la innovación permanente.