Entrevista

  • 29 Octubre, 2020
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Entrevista a Pablo Quiroga

El pasado 13 de Octubre fue el aniversario del JBHM. 4 años desde su inauguración y algunos más desde que surgió la idea. ¿Qué balance se puede hacer de estos años. Cuáles fueron los principales logros y qué cosas previstas inicialmente aún no se pudieron concretar?
Sin duda que el balance para el Jardín Botánico, de nuestra facultad, es sumamente positivo. Al observar los objetivos planteados en el proyecto de creación, el cual fue aprobado por el Concejo Directivo de nuestra facultad en el año 2014. Podemos ver que muchas de las metas planteadas fueron alcanzadas e incluso superadas, desde incorporarnos activamente a las redes nacional e internacional de Jardines Botánicos, pasando por la consolidación de un equipo de trabajo, hasta lograr algunas obras de infraestructura, como el patio de las gradas, la camineria, la creación de un segundo vivero en el predio del MUNT, perteneciente a nuestra facultad, los miradores y la cartelería. Todas estas obras le van dando forma a este proyecto y, en un contexto económicamente difícil como el de los últimos años, creemos que los resultados son muy satisfactorios. Sin embargo, el indicador que nos permite visualizar, mejor que ningún otro, que estamos en el camino correcto, es el número de visitantes que tiene el jardín. Este número ha crecido de manera constante desde la inauguración del Jardín Botánico en el 2016. Entendemos que aún queda mucho camino por recorrer y entre las obras pendientes podemos mencionar la “laguna de los lirios”, el centro de recepción de visitantes y baños, el puente colgante y el mariposario, todas obras que presentan algún grado de avance en la actualidad.

Cómo sobrellevó el JBHM esta época de pandemia. Se pudo seguir avanzando en obras y proyectos o se frenó todo?
La pandemia representó un cambio abrupto en la forma de trabajo del Jardín Botánico Horco Molle, ya que la programación de nuestras actividades anuales se realiza principalmente en función de los contingentes escolares que recibimos. Como es de público conocimiento, eso cambió de forma drástica, lo que nos llevó a redefinir la manera de trabajar, como estoy seguro le ocurrió a muchas instituciones. El reducir la prespecialidad nos permitió explorar muchas posibilidades de obtener financiamientos a través de proyectos de conservación de plantas. De esta manera obtuvimos fondos de la agencia Suiza Franklinia para trabajar, en alianza con el Jardín Botánico Thays de Buenos Aires, en la recuperación de parte de la vegetación nativa del nuestro Jardín. Además obtuvimos el financiamiento para trabajar en conservación de especies nativas del Minnesota Landscape Arboretum y la Botanical Garden Conservation International (BGCI). En cuanto a los proyectos de extensión, hace días llegaron los fondos para trabajar en el proyecto que fue aprobado en el año 2018 “Universidad, Cultura y Sociedad” de la Secretaria de políticas Universitarias de Nación.

Es este periodo pudimos ingresar como miembros activos de la Alianza mundial de jardines botánicos para el cambio climático y obtuvimos la membresía como integrantes de la red mundial de jardines que trabajan en restauración ecológica.

Organizamos encuentros de capacitación virtual, presentamos junto a la Reserva, el libro “Historia Natural de las Yungas de Tafi Viejo” que fue presentado por el Ministro de Ambiente de la Nación, el Decano de nuestra Facultad y el Intendente de Tafi Viejo. Se encuentra en prensa la guía de árboles del Jardín Botánico y una guía sobre viverismos con especies nativas.

A partir de una donación del Dr. Alfredo Grau, adquirimos plantas certificadas en origen y con los permisos sanitarios correspondientes, para iniciar la construcción de nuevas colecciones botánicas.

Por otra parte, se pudo gestionar ante la Municipalidad de Yerba Buena el apoyo para consolidar una obra más que necesaria, que tiene que ver con la construcción de un camino vehicular de servicio dentro del jardín. Este camino tiene por objeto permitir el acceso, en caso de ser necesario, de una ambulancia, de mejorar la circulación del cuadriciclo de la policía, que recorre el lugar, y permitirnos el ingreso de materiales para reparaciones y mantenimientos de los bancos, pérgolas, y otras infraestructuras, como también llevar platines a las distintas áreas. También con ayuda de la municipalidad se terminó la excavación de la Laguna de los Lirios (resta la parte ingenieril de impermeabilización y desagües) y se dio inicio a una segunda laguna, que tendrá por objetivo actuar como laguna de laminación del jardín.

Retomamos, con la ayuda de la Fundación Sperantia, la construcción de centro de recepción de visitantes y los baños, siendo dicha fundación quien donó la obra. Mientras que, con el Ente Tucumán Turismo, se definieron algunos proyectos a los que el mismo se comprometió a brindar apoyo para su ejecución.

Por otra parte y con el apoyo de las autoridades, tanto de nuestra facultad como del rectorado de la UNT, pudimos dar inicio a la organización y regulación de actividades de ciclismo y senderismo en el jardín. Todas estas gestiones y muchas que no fueron mencionadas, fueron posibles gracias al apoyo institucional de las autoridades de nuestra Facultad.

Este sin duda ha sido un año complejo, sin visitas y con muchas dificultades para llevar adelante la gestión de un proyecto de la envergadura del JBHM. Cómo visualiza la época post pandemia para el Jardín. Confía en que las visitas volverán a la normalidad? Se plantean estrategias diferentes pensando ya en el próximo año?

Es probable que la actividad más significativa que tiene nuestro jardín es la recepción de los contingentes escolares, actividad que esperamos se reanude el próximo año. Sin embargo, nos planeamos la necesidad de trabajar también con otro público. Para ello estamos redireccionando nuestra propuesta hacia los senderistas, o las personas que buscan actividades al aire libre y además ofrecer, desde la virtualidad, un complemento curricular para los niveles inicial, primario y secundario. Con este último fin es que estamos por lanzar nuestra página web, la cual contará con material didáctico. Todo esto se complementará con un recorrido virtual por el jardín, de lo que ya hemos realizado algunas experiencias en nuestras redes sociales.

¿Cuáles son los próximos desafíos o proyectos que se tiene pensado para el JBHM?

Entre los objetivos más inmediatos se destaca la consolidación de un circuito accesible que permita su recorrido a personas con distintos grados de discapacidad, la creación de algunas nuevas colecciones botánicas y la acreditación de la categoría III (la primera de las categorías), que ofrece Botanical Garden Conservation International (BGCI). Esto representa mucho trabajo técnico y nos permitirá integrar un selecto grupo que solo 2 jardines de nuestro país integran. La acreditación no solo es un ordenador para trabajar de forma correcta, sino que también nos habilita a postularnos a proyectos de conservación con financiamiento internacional. Desde la formación de nuestros recursos humanos esperamos que uno de nuestros guías pueda postularse a la diplomatura en gestión de jardines botánicos del Kew garden de Londres.

El JBHM es visitado por miles de alumnos de distintos niveles educativos a lo largo del año. Desde su experiencia y la de los guías que acompañan, percibe que los alumnos de esta generación se “enganchan” con el Jardín, con los árboles y las plantas, al igual que lo hacen con los animales de la REHM?

Yo diría que nuestros guías han sabido lidiar con el “problema” de la popularidad que tienen los animales sobre las plantas, sin embargo tratamos de que estos temas sean complementarios. Hay que destacar que entre nuestros guías contamos con estudiantes del último año de la carrera de profesorado en biología, los cuales por su formación implementan permanente herramientas didácticas para hacer de las plantas un grupo de interés, sumando también elementos tecnológicos como los celulares. Es importante mencionar que nuestro jardín cuenta, desde 2016, con un programa de educación ambiental dinámico que se nutre del aporte permanente de muchos especialistas que integran la red internacional de jardines botánicos. De hecho contamos con dos integrantes del jardín que participaron de los congresos mundiales de educación en jardines botánicos (México y Polonia).

Ya a nivel más personal. Su Tesis, realizada en el marco de la Maestría en Gestión Ambiental, plantea una propuesta de Plan de Gestión integral del JBHM. Qué aspectos se incluyen en la misma?

El tema de mi tesis de Maestría implica la formulación de un plan de manejo para el jardín, esta contempla una revisión histórica, de los aspectos administrativos y jurídicos, hace un análisis profundo de los aspectos sociales de la zona de Hoco Molle y su complejidad por el uso público creciente, aborda el estudio de base en lo que respecta a la flora y los principales grupos de fauna y también dedica un capítulo al estudio de las especies exóticas invasoras planteando pautas para su gestión y control. Finalmente se busca generar un marco de referencia y pautas claras para el desarrollo futuro del jardín. El plan de manejo en sí mismo es una herramienta de gestión, pero además es parte de los requisitos necesarios para categorizar nuestro jardín ante la BGCI.

Considero que esto no es el único valor agregado que representa la tesis, el estudio minucioso de los aspectos administrativos y legales permitió identificar un gran vacío legal, ya que las actividades de los jardines botánicos no cuentan con un registro único y una regulación. Esto motivó la presentación de un documente ante la Dirección de Flora, Fauna Silvestre y Suelos de la provincia, como organismo de aplicación, de una propuesta de reglamentación mediante una resolución ad hoc. De esto surgió el interés de la legislatura de Tucumán en hacerlo ley. Por otro lado la revisión de los documentos históricos permitió aportar a las autoridades de nuestra facultad una herramienta para discutir algunos desacuerdos con respecto a los límites del área que la facultad administra en Horco Molle (Reserva y Jardín). Esta tesis se desarrolla gracias a la dirección y codirección de la Dra. Julieta Carilla y el Dr. Juan Pablo Juliá, ambos con mucha experiencia en esta temática.

Cómo analiza Ud. la inserción del JBHM en el contexto institucional, en la Facultad. Es un espacio integrado a las actividades académicas? Es un espacio visitado y aprovechado realmente por las Cátedras y alumnos?

Desde ya que el jardín botánico, al igual que la Reserva, es en esencia un espacio para las prácticas de nuestros alumnos. Considero fundamental que los mismos hagan uso de este espacio, el año pasado algunas materias e investigadores realizaron las primeras visitas, lo curioso es que la mayoría fueron de otras unidades académicas como Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Agronomía y Zootecnia y la Escuela de Cine, entre otros. Considerando la dificultad para posibles viajes de campo, el jardín puede ser un espacio para que las cátedras de nuestra facultad hagan uso del mismo.

Por último. Cómo visualiza Ud. al JBHM dentro de unos años. ¿Cómo se lo imagina?

Creemos que el Jardín botánico experimentará un crecimiento, como lo hizo la reserva, de forma sostenida en los últimos años. Para medir este crecimiento tenemos en cuenta varios indicadores como: número de visitantes, alumnos de nuestra facultad y de la UNT que utilizan el espacio para llevar adelante sus prácticas, ampliación de sus colecciones botánicas, proyectos de conservación, producción técnico – científica e infraestructura. Lo veo a futuro convirtiéndose en un centro de extensión destacado dentro de la UNT y el lugar de referencia para el NOA en lo que respecta a la educación ambiental y conservación de plantas.

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